Verba volant, scripta manent.

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PALABRAS PARA UNA IMAGEN

 LA IMAGEN:

imagen de @oaknarrow




LAS PALABRAS:

Me agarré como a un clavo ardiendo a aquel ultimo vagón del último tren que pasaba.

Me llevó a un lugar desconocido. Descubrí rincones paradisíacos que nunca hubiera soñado que existieran, y desperté, también,en infiernos que abrasaban más que el centro mismo del sol.

Al cabo de un tiempo, cuando lo extraordinario se quedó simplemente en ordinario, quise regresar a mi vida. Pero nadie te advierte de que cuando coges el último, ya no hay tren de regreso, que el último es el último en ambas direcciones.

Ahora sobrevivo en medio de esta isla, sola, y rodeada de otras personas que también se agarraron un día a un clavo ardiendo.




El imbécil


Cabeza_Joan Miro_1978_foto Sandra Sánchez


EL IMBÉCIL

Nos han mandado en la escuela una redacción sobre las vacaciones. Voy a escribir sobre mis planes en el pueblo con mis amigos de siempre. Las aguadillas de Alberto en la piscina, los bocatas en la playa al anochecer con Silvia y los demás. Mis intentos por parecerle, por fin, interesante a Silvia la hermana gemela de Luis, a quien envidiábamos porque le habían comprado una moto a finales del verano pasado. Silvia siempre me llamaba egoísta no sé por qué… Bueno, si es que la veo. ¿Me dejará la moto? Alberto me contó que desde lo de su hermano, apenas sale de su habitación.



Microrrelato





EN LAS NUBES

Su preferido fue el séptimo. Lo llamó Domingo y se relajó pensando que había hecho un buen trabajo. Se abrazó a la nube más blanca y esponjosa, escuchó el rumor del mar, el canto armonioso de los pájaros y se durmió profundamente.

Soñó con primaveras y con niños, con el sol y las montañas; pero pronto comenzó a soñar con el invierno, con el frío, con palacios habitados por tiranos, con balas y con guerras y con la explosión de una gran bomba que a punto estuvo de hacerle despertar… pero imposible. Ni por esas.




Palabras para una imagen

© Kerry Skarbakka

LA GRAN OLA

Lo encontraron desnudo, con el pelo seco y el cuerpo abotargado en perfecto acoplamiento al interior de la bañera . Su mano derecha cerrada y rígida, como si hubiera estado agarrando algo fuertemente, no sujetaba nada. Del desagüe asomaba una esquina de, lo que más tarde se supo, era la cortina de ducha. De cómo pudo haber llegado a introducirse casi por completo por la tubería, todavía es un misterio.
Causa de la muerte: "asfixia por ahogamiento - dijo el forense tras practicarle la autopsia- tiene además los pulmones encharcados de agua salada".
El suceso aconteció el 15 de abril de 2020, en la pequeña localidad de Cidreira, Brasil, antípoda de Kanagawa para más señas.




Maldito karma




Sufriendo lo indecible por amor me descerrajé un tiro. No fue en la sien, ni fue tampoco en la boca. Apreté el gatillo con el pulgar, temiendo que la falta de tino y mi torpeza habitual desviaran la bala. Pero tuve suerte, se alojó rauda, entre aurícula y ventrículo paralizando ipso facto el engranaje. Dejé de sufrir, de amar, de existir… o eso pensaba yo hasta que, entre sorprendido y atemorizado, me descubrí unas hermosas alas de mariposa revoloteando por tu estómago.





Y una botella de ron


Noraytower.com



Tampoco hoy encontré trabajo, pero poco me importa. Prefiero merodear por el puerto, sentarme en un noray y fumar una pipa observando cómo zarpan los barcos en los que no me enrolaré nunca. Me conformo con las monedas que me dan por contar historias en la cantina. Dos o tres whiskies avivan mi imaginación y además matan el hambre. A todos les gusta escuchar sobre países lejanos y vidas que jamás vivirán…
Ayer, un tal Stevenson me pagó tres monedas porque le contara más detalles sobre mi aventura con John Silver; pobre iluso.



Herencia


Man Ray - Les Larmes (Glass Tears, 1932)


No podía dejar de llorar. De dónde había surgido tanta lágrima era un gran misterio. La situación tenía el cariz de castigo divino, así que decidió aislarse del mundo por si, evitando los motivos para el llanto, pudiera éste cesar. Pero la soledad la llevó a un estado emocional tan extremo que acabó arrancándose los ojos. Fue inútil; de aquellas cuencas vacías brotaron, con fuerza, exuberantes cataratas. Se quitó, de una forma expeditiva al fin, la vida; y entonces sí, entonces su cuerpo se convirtió en un indolente desierto de sal.
Hace demasiados años, ya, que sus hijos lloran su muerte con una inquietante literalidad.


Conejillo






Si dijera que sentí dolor, mentiría. Tan sólo percibí una extraña sensación parecida a un escalofrío. Esperé en aquella camilla la media hora que me indicaron, mientras miraba la blancura inmaculada del techo. Sonreí pensando en toda la miseria que se quedaría en aquella habitación, en la nueva vida llena de oportunidades que aquel pinchazo podría comprar para mi hijo.
Un nuevo pensamiento me arrancó de cuajo la sonrisa: la posibilidad, más que probable, de que yo ya no estuviera para verlo. El dolor se hizo entonces intenso, punzante, crónico.



Palabras para una imagen

© EUGENIO RECUENCO
© EUGENIO RECUENCO


ORISTILA me amaba con rabia.Sus caricias me dejaban unas marcas en la piel parecidas a los arañazos de un gato. Sus besos resecaban mis labios como si fueran el desierto de Atacama y de sus ojos pendían casi siempre unos hilos de ansiedad que le afeaban la mirada.
Oristila me amaba con toda su rabia. Ella creía que aquello era el único amor verdadero, que era yo quien no entendía la intensidad de su cariño. Hasta que le enseñé las cicatrices de sus dardos de pasión. 
La herí de muerte, lo sé; una imagen vale más que mil palabras y ella no gastó siquiera una en decir adiós. 
Se fue como quien va a dar un paseo.
Oristila me amaba con rabia. Ahora me odia con indiferencia… y duele más. Mucho más.



Verdades





VERDADES

Me queda un regusto amargo en la boca cuando noto esas hilachas enredadas en mi lengua. Forman una especie de maraña de letras con caligrafía exquisita y bien definida. Palabras punzantes, certeras y lúcidas que se agarran firmemente a mis papilas gustativas. Hay quienes son capaces de deshacerse de ellas escupiéndotelas a la cara. Pero no es mi estilo. Prefiero la discreción de tragármelas sin que apenas te des cuenta. Aunque me indigeste. Como un gato con una bola de pelo.


Permanente


©Sr Alarido




No me mires así Laurita, me estoy poniendo guapa para tu marido, sí. Son muchos años ya escondiéndome y llorando sola en casa. Hoy me va a llevar a cenar a un sitio caro. Me lo prometió. Dijo que cuando cobrara “la extra” me llevaba y vamos a ir hoy. A ti te va a contar que ha quedado con los de la partida, que van a tomar unos vinos y picar algo ahí al lado, en Casa Ramón, que llegará más tarde que de costumbre. Cada vez que te miente lo pasa fatal. Llega con una cara de pena cuando te deja mirando la tele y tejiendo esa bufanda que nunca terminas...que envejece por horas, el pobre.
Tu Pepe nos quiere a las dos casi de toda la vida Laurita y, en el fondo, tú ya lo sabías, así que nada cambia… bueno... o sí, siéntate, siéntate aquí a mi lado y arréglate ese pelo, mañana te va a llevar a merendar chocolate con churros a un sitio nuevo que han abierto por donde el Paseo, pero no le digas que ya lo sabes eh, déjale que te dé la sorpresa; está tan guapo cuando te hace feliz...




¿Y, a mí, qué?




¿ Y A MÍ, QUÉ ?

Intuyo que los científicos irán desapareciendo. Tienen todas las respuestas y ya no quedan preguntas. Han erradicado la enfermedad, el hambre, la sequía… han revertido el cambio climático y ya no corre peligro de extinción, ninguna especie. Los océanos están libres de plásticos y la capa de ozono plenamente restaurada. La paz mundial es, ya, un hecho. Hoy, me despierto con la noticia de que hemos alcanzado la inmortalidad. Quiero compartir contigo, al menos, eso; pero una vez más tu móvil está apagado o fuera de cobertura. En la calle la alegría es infinita; en mi cama, las ganas de quedarme en ella para siempre, también.



El perro




EL PERRO

Era lo único que podíamos hacer por él, dadas las circunstancias…así que seguimos todos el rosario por no hacerle un feo al muerto del que nadie sabía su nombre. Terminado el rezo, nos fuimos a casa. Le dejamos allí sólo; bueno, no del todo. Quedó a su lado como siempre, Matías, su perro.





Avispas

© Jon Klassen

AVISPAS


“Como un enjambre después de recibir la pedrada de un niño”. Así, con esa forma tan poética se describía, en el periódico local, el fatal suceso ocurrido la antepasada noche, en Piedrarrosilla. El caso es que un grupo despiadado de mozos se abalanzó sobre Jenaro, el auxiliar de farmacia cuando, a las ocho, echaba el cierre. Le asestaron tal camada de palos que nada pudo hacerse por su vida. El forense certificó la muerte a esa hora y las malas lenguas fueron igual de puntuales a la llamada de la misa de difuntos. Nada decía la noticia sobre los ríos de lágrimas que ahogaban el corazón de Don Ricardo, el boticario.



Celos

CELOS

Los dejaremos entrar y pasará lo de otras veces, ya lo sabes... Abrirán cada cajón, cada armario… no encontrarán pruebas pero aún así continuarán escudriñando cada vaso, cada copa... buscarán huellas de otros labios y olerán las almohadas por si quedara algún resto de perfume.
Sabes que no les basta tu palabra ni atienden a mis razones. Y sin permiso se instalan largas temporadas. Lo veo venir. Han dejado su cepillo de dientes junto al nuestro. A ti ya te han dejado ciega y a mí, esta vez, me comerán el corazón. Poco a poco, nos están devorando.



ViernesCreativos (Palabras para una Imagen) LXV





Mis ojos se encontraron de frente con los tuyos y, como pasa en cualquier accidente, perdí los zapatos. Quedaron allí, sobre aquella alfombra roja elegante del hotel. Tú llegabas, yo ya me iba. Y no volví a por ellos, por si pudiera dejar alguna huella en ti.



ViernesCreativos (Palabras para una Imagen) LXIII


© Kevin Corrado


MUNDOS PARA LELOS



El bosque mágico. Así lo llamaban, un bonito nombre que chocaba con lo extraño y amenazador de aquel paraje que quizás existía sólo en su imaginación.Los sonrientes incautos se prestaban voluntarios y se metían ellos mismos en la caja. Se les veía tan felices… El mago atravesaba sus cuerpos con una lámina de filo cortante  y los separaba luego, en dos. Al abrirla de nuevo, se hallaba vacía y entonces el público aplaudía excitado. Había quien pensaba que el ruido de los aplausos atraía a las fieras que hacían el resto (siempre hay algún incrédulo) pero la verdad es que la vida es maravillosa si se cree en la magia.

© SandraSánchez

ViernesCreativos (Palabras para una Imagen) LXII


© Karolina Bazydlo


SEÑALES

A ellos no los separó la muerte, lo hicieron los tacones de los zapatos de la novia en plena ceremonia. Justo antes del sí quiero, y antes de las fotos y de que los invitados se comieran el trozo de tarta de los novios. No podía más. Los pinchazos le estaban clavando los pies al suelo. Sintió opresión, sintió que le faltaba el aire. Miró al Cristo crucificado que tenía justo en frente y vio los clavos en sus manos. Algo así debía estar a ella  agujereándole los pies. Miró hacia abajo, y allí seguían, encajados en aquella rampa imposible. De repente, aquel desnivel se transformó en un precipicio y ella estaba, justo, al borde. Sintió el empujón del cura y se vio caer estampándose contra el suelo. En su imaginación salía corriendo de allí como alma que lleva el diablo, con las botas aquellas tan cómodas que se ponía muchas veces con vaqueros, subiéndose el vestido para no pisarlo. Se vio muy lejos de aquel sitio, de su novio, de los invitados y de aquella iglesia de barrio a la que iría a llevar a los niños al catecismo…
Descalzó un pie mientras el cura repetía la pregunta. Descalzó el otro. Y luego, contestó aliviada: “no, no quiero”.


© SandraSánchez






ViernesCreativos (Palabras para una Imagen) LXI


© Ann Mansolino


Me despojo de mi pasado como un hábito hecho de días pretéritos que se van cayendo solos. Pero estiro las mangas de sus brazos, dejando un rastro, por si me perdiera en el futuro.

© SandraSánchez



ViernesCreativos (Palabras para una Imagen) LX




PROPÓSITOS
Recuerdo que te olvidé un 1 de Enero, justo después de comerme las uvas. Y que el día 2 me desapunté del gimnasio aquél en el que te había conocido. De lo que no me acuerdo es de cómo te llamabas...


© SandraSánchez
#ViernesCreativo usando también la frase "Recuerdo que te olvidé"



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