RENCOR
El
masajista no tardó en reconocer aquel lunar bajo la nuca y aquel otro un poco
más abajo sobre la línea de su columna vertebral, y el otro, el más redondo de
todos, de aquel marrón oscuro casi negro… aquél que tanto le gustaba contemplar
mientras el agua de la ducha se deslizaba por su espalda tantos años atrás…
Al viajar por su piel, con su memoria y con sus manos, se dio cuenta de que
sólo podrían reconocerse así, por las señales que el propio cuerpo dejaba para
no perder del todo su identidad.
No volvió a cogerle el teléfono, ni siquiera para darle cita previa.
©SandraSánchez
Relato para el concurso de La Ser: Relatos En Cadena.
Frase obligatoria de inicio: "El masajista no tardó en reconocer aquel lunar bajo la nuca" y no más de 100 palabras (sin incluir la frase inicial ni el título).
Finalistas y ganador semanal aquí: http://escueladeescritores.com/concurso-finalistas-rec-2016/
Frase obligatoria de inicio: "El masajista no tardó en reconocer aquel lunar bajo la nuca" y no más de 100 palabras (sin incluir la frase inicial ni el título).
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