© Umberto Verdoliva |
AVE
MARÍA PURÍSIMA
Padre, me confieso por no
haber hecho. Me confieso de todas las cosas que he dejado pendientes, de las
que no hice un día porque tendría el día siguiente y el siguiente ya sabe
usted, padre, que nunca llega.
Me confieso de no haber matado más el tiempo cuando tenía 15 años , de no
haberle robado un beso a aquella chica, de mantener la compostura, de no
haberme mentido un poco más frente al espejo para poder verme más guapa a los
18.
He pecado, padre, de no haber llegado un poco más lejos…en mis sueños, de no
haber tenido los pies más en el cielo.
Padre, he pecado de no haber sido más egoísta y
haber regalado mi corazón quedando sólo con un pedazo medio roto.
He pecado de no haber dicho más “tequieros”, de no haber hecho más el Amor,
entiéndame padre, el Amor así, con mayúscula (del otro, el que escribimos con
minúscula como si fuera poca cosa… entre usted y yo… no me quejo).
He pecado por no levantarme del sofá y salir corriendo cada vez que veo a niños
morir por mil cosas remediables, en los telediarios.
En fin, ya ve padre que he pecado demasiado. Póngame la penitencia, pero por
favor, que no sean rezos y oraciones que salen de memoria. Impóngame ser feliz,
aprovechar cada momento, ser consciente de la Vida y déjeme esta puerta abierta
por si volviera un poco más adelante a confesarme de haber hecho.
©SandraSánchez
#ViernesCreativo para el blog El Bic Naranja donde se nos propone una imagen para que nosotros le pongamos las palabras.
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