©Drew Darcy |
POR SORPRESA
Apareciste desnuda en medio de la
noche. Nunca te hubiera imaginado así, tan joven, tan esbelta, con ese talle
tan perfecto... En la penumbra no pude
distinguir bien tu cara pero supuse que estaría a la altura de tu cuerpo. En cualquier caso, daba igual.
Rozaste tu mano helada al entregarme una cajita envuelta en papel de regalo y, no sé por qué, sentí un escalofrío. Desaté el lazo con delicadeza y abrí la tapa. Dejé de escuchar el tictac del reloj de la pared. No supe más.
No esperaba conocerte tan pronto, y no, nunca te hubiera imaginado así, tan joven, tan esbelta y con ese talle tan perfecto.
Rozaste tu mano helada al entregarme una cajita envuelta en papel de regalo y, no sé por qué, sentí un escalofrío. Desaté el lazo con delicadeza y abrí la tapa. Dejé de escuchar el tictac del reloj de la pared. No supe más.
No esperaba conocerte tan pronto, y no, nunca te hubiera imaginado así, tan joven, tan esbelta y con ese talle tan perfecto.
©SandraSánchez
ViernesCreativo para el blog El Bic Naranja donde se nos (pro)pone una imagen y nosotros le ponemos las palabras.