©Richard Tuschman |
PERVERSIONES
Leer. Sólo leer. Desnudo. Leer
mientras ella lo observa, también desnuda, desde la cama.
A veces, ella enciende un cigarrillo y lo va fumando lentamente, jugando
despacio con el humo. Él, no levanta la cabeza del periódico, del libro o de lo
que sea que lea. Se concentra en ello como si de esa lectura dependiera el
destino del mundo.
Ella fuma, lo mira, le gusta verlo así, en ese acto tan íntimo de la lectura; cómo sujeta con sus manos el papel, cómo mueve
los ojos de arriba abajo, cómo va pasando, con lentitud, las páginas… y al final, su cara
de satisfacción cuando, al terminar, la acompaña a la cama y se fuma con ella un
cigarrillo.
Luego se visten, salen del hotel y
entonces sí, entonces él la besa apasionadamente en la puerta con un beso de
esos de película. Censurable, casi obsceno. Como si con ese beso quisiera
compensarla.
Se van a casa, hacen juntos las tareas del hogar, ayudan a los niños con los
deberes, y al final del día él la acompaña a ver una de esas sesiones dobles de
cine de autor con las que ella tanto disfruta.
Sin duda, están hechos el uno para el otro.
©SandraSánchez(Pulgacroft)
#ViernesCreativo para el Blog El Bic Naranja, donde se nos propone una imagen para que nosotros le pongamos palabras.
sabes lo que pensé cuando vi el cuadro y veo que él lee mientras ella espera fumando: él está leyendo el manual de instrucciones para comprenderla
ResponderEliminarjeje pues es una buenísima idea para un micro Bea. Anímate!
EliminarEs una alegría verte por aquí. Besos!
Sandra.
En ese vivir a dos voces, todos los unos buscan a los otros como si el empeño concediera sentido a la existencia. En la búsqueda estamos. Un gran abrazo, querida amiga.
ResponderEliminarNos nos suele bastar con nuestra propia voz José Luis, es cierto.
EliminarQué bien sienta siempre tu visita.
Gracias y feliz semana par ti!
Otro abrazo grande de vuelta para ti,
Sandra.