AUTUMN EYES-LEAVES
Podría comenzar este poema
ensalzando la belleza de las
hojas en otoño,
de su baile deslizante entre
los remolinos
del viento… pero no,
no comenzaré con eso,
porque no es la caída de las
hojas
sino la caída de tus ojos- al
mirarte-
lo que a mí me tiene en vilo…
tu mirada escurridiza,
rauda,
hábil en declinar la invitación
que yo le ofrezco,
esa mirada que señala al suelo,
a ese lecho de hojas secas,
a ese acolchado de muerte
sobre el que pretendes
que yo recueste
todos
mis
buenos deseos.
Se sabe tu mirada
poseedora de la última palabra,
sí.
Porque la tiene.
Pero tal vez más tarde,
en primavera,
cuando arrecien las pasiones
de la sangre
quieras alzar la vista de
nuevo.
Mas quizás entonces,
-tenlo en cuenta-
pudiera haber otros faros
que con su luz inusitada
iluminaran ya este puerto.
©SandraSánchez(Pulgacroft)
Es otoño, querida Sandra, y hay que mirar el ocre de las hojas que siempre recuerda nuestra condición perecedera, de la que solo nos salvan los sentimientos; así que haces bien en poner los ojos en otros ojos. Un gran abrazo.
ResponderEliminar"Nuestra condición perecedera" qué gran verdad José Luis. Lo malo es que hasta los sentimientos lo son, a veces...
EliminarGracias por pasarte por mi casa.
Otro abrazo fuerte para ti.
Sandra.