Esperó hasta
dormirse y soñó con otra Navidad en la cual la cena familiar no terminara
poniéndolo todo perdido. Siempre le tocaban a él y ya sabía por otros años que
al día siguiente habría mucho que limpiar, pero era el único que tenía jardín.
Aunque había tomado la precaución de tapar el sofá, las manchas de sangre no
saldrían de aquella alfombra que su tía le había regalado.
Así que mientras llegaba el sueño, se relajó pensando que podía envolver con ella
el cuerpo de su cuñado y enterrarlo junto al de su tía.
Al fin y al cabo, nunca le había gustado ninguno de los tres.
Al fin y al cabo, nunca le había gustado ninguno de los tres.
Sandra, nos hemos ido por lo sangriento. Claro es que Papá Noel con ese color te incita...
ResponderEliminarJe, je... ¿Quién no ha querido trinchar a un cuñado en navidad?
ResponderEliminarMuy bueno, Pulguita.
Vaya con la cenas de Navidad que poco saludables resultan a veces. Muy buen relato Pulga.
ResponderEliminarBesicos muchos.
las Navidades nos ponen violentos... la musiquita es intolerable, dan ganas de cargarse un cuñado, una suegra, un sobrinito...
ResponderEliminarPulga me encantan estos relatos truculentos, no le pongo pega para mí hubiera sido un buen finalista por todo lo que deja sin contar, madre mía que escabechina jajaja.
ResponderEliminarAbrazoss
No se´si se publicó te resumo me gustan los relatos truculentos y estas escabechinas. Abrazos
ResponderEliminar¡Jo, Sandra! Nos has dibujado la Navidad perfecta. Con razón lideras las justas (en las que ya estoy fuera, claro).
ResponderEliminarUn beso.
La fantasía de más de uno en una de esas reuniones familiares en las que salen los trapos sucios a relucir. Jejeje. Un abrazo, Pulga.
ResponderEliminarEn pocos años tu protagonista está cenando solito por Navidad...
ResponderEliminarBuen intento Pulga. Un saludo.
Ah, Pulga, como me gusta el camino que has tomado, tanta navidad, tanta navidad, je je. Y ese "los tres" del final me encanta.
ResponderEliminarAbrazos.
Un relato valiente que abre la ventana y nos deja disfrutar de un soplo de aire fresco para encajar con buen humor esa Navidad que ya viene. Negro pero divertido. Mucha suerte :)
ResponderEliminarSiempre podría decir que la sangre era del pavo descabezado, y el cuerpo meterlo al horno debidamente trinchado...
ResponderEliminarPuestos a darle un enfoque original... porque es lo que necesitamos.
Felicidades, Sandra