- Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor; solicito permiso para ir a buscarlo- dijo un soldado a su teniente.
- Permiso denegado- replicó el oficial.
No quiero que arriesgue su vida por un hombre que probablemente haya muerto.
El soldado, haciendo caso omiso de la prohibición, salió, y una hora más tarde regresó mortalmente herido transportando el cadáver de su amigo.
El oficial estaba furioso:
- ¡Ya le dije que había muerto! ¡Ahora he perdido a dos hombres! Dígame, ¿valía la pena ir allá para traer un cadáver?
Y el soldado moribundo respondió:
- ¡Claro que sí, señor! Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme:
- Estaba seguro de que vendrías.
Leído en un calendario.
Imagen sacada de Internet.
los calendarios siempre nos dejan con la boca abierta por los motivos más insospechados, verdad?
ResponderEliminarTerribles historias las que nos traen las guerras.
ResponderEliminarAcabo de terminar de leer 'La bibliotecaria de Auschwitz' de Antonio G Iturbe y también te quedas de piedra.
Saludos.
J. Oliva, sí a veces se leen buenas historia en ellos sí.
ResponderEliminar;)
Manderly, pues espero entonces la reseña en tu blog del libro.
ResponderEliminar;)
Preciosa la exaltación a la amistad de tu micro. Enhorabuena, me has conmovido. Besotes
ResponderEliminarimpresionante, serán dos cadáveres enternecedores :))
ResponderEliminarun saludo,
Piel de Retales, me alegro mucho de que te haya gustado tanto.
ResponderEliminarEl micro no es mío, como puse, lo leí en un calendario, pero todo lo que está bien merece la pena compartirlo.
maslama, y tanto!!!
Saludos!!!
A veces una persona sola vale más que todas las demás.
ResponderEliminarEs precioso.
Begoña, qué cierto eso que dices...
ResponderEliminarLas guerras y sus normas no entiende de lealtades improductivas para el curso de las mismas.
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