Hay espacios infinitos
En los pliegues de tu cuerpo.
Un paraíso de dédalos
donde me pierdo.
Es tu piel, seda en la que bordo
Los edenes prohibidos
De tus pechos.
Son mis dedos agujas que acarician,
y mis labios alfileres
que marcan el contorno del dibujo
que relleno con mis besos.
Tus deseos son ovillos inextricables
de colores invisibles, imposibles...
que yo hilo en combinaciones armónicas…
de tiempo.
Permanece así, pura e inacabada,
para que yo pueda seguir tejiendo,
cual Penélope,
cada noche,
ese telar de espacios infinitos…
de los pliegues de tu cuerpo.
By Pulgacroft.
Imagen by Audrey Kawasaki
Oye mola mucho la ilustradora que has encontrado para este poema tuyo. Y a huevo como pega con el texto eh? ;)
ResponderEliminarCierto, coincidencia.
ResponderEliminarDesde el título al punto final, pasando por cada uno de sus versos, de cada pliegue, este poema me revuelve, me conmueve. Es precioso, Pulga.
ResponderEliminarBesos.
Definitivamente tenemos un concepto distinto del romanticismo. Este me parece más erótico que romántico. De este tipo caliente te he leído ya unos cuantos...
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