“¿Otro café?”
Ella no contestó; apagada y muda me dejó indeciso sin saber
muy bien qué hacer.
Solo ante el abismo de la duda, vacilé unos momentos y al final tuve que
echarle el resto. Decidí que sí…un día más.
Cada mañana ella siguió en sus trece, inexpresiva y reservada.
“Estoy un poco harto de tus conversaciones en silencio”- le reproché -
Entonces, triste y parsimonioso, le puse el agua, le puse el café y le di al
botón.
Después de pensárselo 4 minutos, sin moverse del lugar en el que se encontraba,
me dio un pitido humeante de aprobación.
Un experiencia mística! Pero no se le puede pedir más que.. café.
ResponderEliminarY ...seguro que no vas a dedicarte a publicar en folio..un libro por ahi....que desperdicio...es por alagarte de buen gusto....que me agrada tener estas sorpresar y la manera que me pongo a imaginar con estas letras....abrazos simpre....
ResponderEliminarpiensalo..ehehehe!!!!
Menos mal...
ResponderEliminarPensaba que ella sólo me ignoraba a mí cuando llegaba al trabajo...
Uufffff es un alivio... que al él... también...
Compartiendo... "desgracias"... uno se siento mejor JA, JA
Un saludito
Lo peor es cuando además del silencio, te encuentras con que está desenchufada y tú esperando a que salga el café.
ResponderEliminarQué "saboría" mira que pitarle na más... La mía me dice "Su café, gracias" y cuando me doy la vuelta susurra "Vaya culo!!!!" jajajajajaja
ResponderEliminarMuy bueno pulgui, con inesperado final...
Las máquinas de café es lo que tienen: son siesas de por sí. Por no hablar del brebaje con el que te atracan.
ResponderEliminar(Izel, jajajjaa, vaya culo...)
Besotes.
Muy bueno, fia!!!
ResponderEliminarBesines
Pongame otro..por favor antes limpiepe para prepararme para otra carga...gracias...besitos
ResponderEliminarDigamos que no debo tener el día para surrealismos. Pierdo los sujetos de las frases y no entiendo el texto.
ResponderEliminarHuy, deberías verme discutir con mi microondas. Me pita constantemente y yo le grito por quemarme las patatas.
ResponderEliminarUna relación amor-odio frustrante.
Lo malo no es cuando hablan o callan, sino cuando te escupen el café y te ponen todo perdido.
ResponderEliminarMejor que se esté calladita.
Un abrazo.
Ay nena,yo soy más de té.
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