HOME SWEET HOME
La casa ha comenzado a llenarse de hormigas, atraídas,
seguramente, por el azúcar con que el abuelo lo endulza todo. Esta tarde, se ha
merendado a la vecina rolliza del tercero. Siempre dijo que era muy salada; así
que, además de azúcar, le ha echado dos tarros de mermelada. Como siempre, se
le ha olvidado cerrar la tapa.
© SandraSánchez
Estupendo relato; los olvidos nos hacen, querida Sandra, son esa parte de nuestra voluntad que se queda dormida para que en lo real se cobije lo extraordinario. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarA veces los olvidos nos salvan la vida José Luis... hay cosas que no merece la pena recordar.
EliminarMuchas gracias por tu visita. Otro abrazo fuerte para ti y feliz día!
Sandra.