Había escrito
cien veces: te quiero, pero el último se le atravesó en el corazón entre una sístole
y una diástole. Quizás por culpa del punto de
la “i” o del sombrerillo de la “t”, o quién sabe… tal vez fuera un
ataque de pánico antes de dar el paso. El caso es que, por unos momentos, el
amor, casi le mata. Fue al recordar aquel beso cuando logró soltar un sonoro
suspiro que arrastró con fuerza las ocho letras al papel.
Aún hoy, sigue teniendo secuelas: cada vez que ella le acerca sus labios, una ligera
arritmia le provoca un vuelco en el corazón.
-Pulgacroft-
Imagen: Benjamin Lacombe
Imagen: Benjamin Lacombe
Micro para el concurso "Relatos en Cadena" de la Cadena Ser. La frase obligatoria de comienzo era: "Había escrito cien veces: te quiero" y un máximo de 100 palabras.
Hola, Pulga.
ResponderEliminarEs un micro curradísimo, hijademicorazón. No creas que andas tan desencaminada en cuanto a cómo se nos pone el corazón cuando estamos frente a esa persona que nos gusta...
Me parece preciosa la manera de explicar ese sentimiento tan especial.
La foto es la releche, también.
Un besazo y ya me voy con mi churri, que si no se enfada.
Lo has explicado de una manera tan categóricamente bella que no se distingue dónde acaba la poesía y dónde empieza la prosa. Enhorabuena. Con lo difícil que es fundir esos dos mundo en uno solo. Un beso y suerte :)
ResponderEliminarHombre como para no estar asustado que casi le mata el amor. Buena apuesta suerte a por la próxima.
ResponderEliminarQue aguante, Pulga, que lo que no te mata... Je je.
ResponderEliminarBesos.
Menos mal que el recuerdo desatascó la arteria. Bello.
ResponderEliminarBesos sin arritmias.
Es que hay amores que matan, o casi. Muy bueno. Un beso.
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