De tu boca,
salen mentiras que suenan a música celestial,
salen mentiras que suenan a música celestial,
de tus manos, caricias envenenadas.
De tus ojos falsas miradas...
Y aún así, ni te juzgo ni te culpo,
porque prefiero mil veces el infierno de tu compañía
a la gloria bendita de mi soledad.
By Pulgacroft.
Mira que nos gusta autoengañarnos hacia las inquietudes de otras personas...
ResponderEliminarMmm, no pienso yo tan distinto al poema. No es cuestión de tragarse cualquier cosa pero me gusta mucho la compañía y compartir la verdad.
ResponderEliminarEstupendo. El amor es así. Dicen que siempre hay una o uno que ama más en la pareja, y que es aquel o aquella que no está dispuesto a la perdida.
ResponderEliminarUn saludo.