Aquel día cualquiera, empecé con mi dieta vegetal: fui eliminando la carne, la pasta , eliminé el arroz, los cereales, eliminé el aceite, el pan y hasta la leche…creía que me supondría un esfuerzo inhumano, pero resultó que no, que mi cuerpo se adaptó perfectamente a sus nuevos nutrientes,: nitrógeno, pentóxido de fósforo, boro, cobre,manganeso,zinc, hierro y molibdeno… abandoné por completo aquellas deliciosas hamburguesas y dejé de merendar los dulces que tanto me alegraban el día…las pizzas dejaron de ser mi cena de los viernes y los entrecots mi manjar de los domingos…abandoné aquella “dieta mediterránea” que sin ningún esfuerzo había hecho a mi medida y poco a poco me acostumbré a “sacarle el jugo” a la tierra que me rodeaba…"somos lo que comemos”, decían en los programas matinales de salud que algunas veces veía con cierto escepticismo…un día me desperté y pude ver que de mis dedos crecían pequeñas ramitas, mi pelo ensortijado tenía hojas y mi piel ya no era suave, mis codos eran verdaderos nudos y el tatoo del corazón atravesado por una flecha que me había hecho en el espalda parecía ahora estar grabado con un cuchillo…llovía intensamente…y entonces sentí por primera vez en mi vida que sabía exactamente lo que necesitaba y a dónde quería ir…Casi sin ser consciente de lo que hacía me puse mi vaquero y mi sudadera, me subí la capucha y caminé no sin antes tomarme mi ración de agua “enriquecida”.Cuando llegué al parque elegí el sitio, sin prisa, como si tuviera cientos de años por delante…y cuando por fin me acomodé me quité como pude los tenis, mis dedos se expandieron, penetraron en la tierra, despacio pero con decisión, haciéndola suya…me quité la ropa y todo mi ser sintió la libertad que tanto tiempo había añorado…cerré los ojos y sentí cómo la lluvia me alimentaba, me limpiaba, me descontaminaba, me renovaba, me hacía sentir yo mismo…En unos días una familia de gorrioncillos anidó entre las ramas de mi cabeza, ahora, por fin, comprendía el significado de aquella frase que tantas veces me había repetido mi madre: “no tienes más que pájaros en la cabeza…”
(para C.)
ohhhh acabo de ver que tu pequeño asteroide se estrelló!! espero que esta nueva andadura tenga buen trayecto!! el mio no se lo que durará, pero para el desastre ya tengo otro pequeñin por ahi reservao.
ResponderEliminarYa has visto mas que yo San Mateo, uqe a mi mi toca trabajar toda la semana...ainsss
besinessssssss
jajaja...poética total me salió la niña...mientras te leia, me vi con regadera en mano intentando humedecer esas hojas tan frágiles que salian a ras del suelo. Me fijo y veo que en una de ellas asomabas..joder...toy alucinando.un besito
ResponderEliminarPulgaaa, jooo, estoy como lecaprice...te veo florecer petalos azules ainssss
ResponderEliminarBesines
Ay dios,me ha emocionado este escrito,¿sabes por qué?porque cuando me preguntan en qué me gustaría reencarnarme siempre contesto:en arbol.Gracias por el relato.
ResponderEliminaryo me he apuntado al gym y estoy a dieta, jum,..
ResponderEliminarMagnifico......la bella música de los pajaros alegra el corazón...y es hermoso saber el placer que se siente cuando la lluvia alimenta nuestro cuerpo....he disfrutado mucho de esta entrada....muchos saludos múltiples desde aca...
ResponderEliminarMe ha gustado un montón, es muy original...por cierto espero que no sea cierto o en nada comenzarán a salirme escamas y plumas jeje.
ResponderEliminarBesos.
¡¡Me gusto mucho tu relato!! Anda menos mal que tienes tu relatos guardados.
ResponderEliminarA mi mañana lo más fijo me van a poner una dieta, ya verás, como me quiten mis queridas patatas fritas... no voy aguantar sin ellas...
precioso!! Un saludo.
ResponderEliminarGuau Pulga... estás hecha una artistaza... Me has hecho mirarme los brazos a ver si tenia codos o nudos... porque yo, pájaros en la cabeza también tengo un rato...
ResponderEliminarmuy buen post! lleno de ironía... me encantó salu2
ResponderEliminarEs precioso pulguita, me ha emocionado, ¡¡Que intenso!!
ResponderEliminarUn besote muy gordo.
Gracias por vuestra visita, me alegra que os haya gustado el relato.
ResponderEliminarUn saludo a tod@s!
Muy bien recuperado, Pulga. Es una historia muy bonita. Y me encanta el toque del final. Besotes.
ResponderEliminarEstá lleno de guiños como el del corazón grabado o la frase final. Sublime.
ResponderEliminarBesos,
Como otras tantas cosas en la vida... somos lo que "mamamos" a diario, sin poderlo evitar. Con sus cosas buenas, y malas.
ResponderEliminarAsí que, para ahorrarnos dolores de cabeza en lo que no merece la pena, mejor mamar donde toca... y no tentar a la suerte jeje
Un abrazo enorme, precioso relato de nuevo :)
Ando ávida de aprender a hacer microrrelatos. Me maravillan. Eso de que con pocas palabras se escriba toda una historia me parece mágia.
ResponderEliminarHe leído atentamente el tuyo porque "de lo que se lee se escribe", al menos creo eso.
Gracias por tu escrito.
realemnte precioso este escrito¡¡¡ si señor, con mucho menjsae además¡¡, me ha emocionado un pelín.. snif snif..
ResponderEliminarPero que bueno!
ResponderEliminarMe encanta...no me había fijado en tus post-escritos creativos...y son geniales Pulga.
Lindo relato niña!
ResponderEliminarVeo muchas coincidencias .. tierra, temas, edad, libros y alguna peli ... seguiré "golifando" :D
Besos de presentación
Increíble! Original y tierno, como nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarComo ejemplo de romanticismo no lo acabo de pillar, pero de que tienes muchos pájaros en la cabecha seguro 😄