Celebrando el #DíaMundialDeLaPoesía quiero compartir hoy
un poema muy especial para mí. De todos los poemas que he leído en mi vida (y
ya son unos cuantos), hay uno que llevo siempre conmigo y a veces, así sin
saber por qué, me viene a la cabeza (o al corazón, que creo que es donde se
siente la Poesía) algún verso suelto de este poema.
Lo descubrí cuando estudiaba BUP (sí, todavía existía la EGB y el BUP) y lo hice mío nada más leerlo...no sé si la interpretación que yo le daba era la correcta o no (y creo que tampoco importa) pero para mí era (y es) todo un canto al Amor entre personas (personas, sin más) sin importar la condición sexual, el estatus social o cualquier otra distinción que tantas veces hacemos.
Lo descubrí cuando estudiaba BUP (sí, todavía existía la EGB y el BUP) y lo hice mío nada más leerlo...no sé si la interpretación que yo le daba era la correcta o no (y creo que tampoco importa) pero para mí era (y es) todo un canto al Amor entre personas (personas, sin más) sin importar la condición sexual, el estatus social o cualquier otra distinción que tantas veces hacemos.
El poema pertenece a "La voz a ti debida" y el
poeta es Pedro Salinas.
Para vivir no quiero
islas, palacios,
torres.
¡Qué alegría más
alta:
vivir en los
pronombres!
Quítate ya los
trajes,
las señas, los
retratos;
yo no te quiero así,
disfrazada de otra,
hija siempre de algo.
Te quiero pura,
libre,
irreductible: tú.
Sé que cuando te
llame
entre todas las
gentes
del mundo,
sólo tú serás tú.
Y cuando me preguntes
quién es el que te
llama,
el que te quiere
suya,
enterraré los
nombres,
los rótulos, la
historia.
Iré rompiendo todo
lo que encima me
echaron
desde antes de nacer.
Y vuelto ya al
anónimo
eterno del desnudo,
de la piedra, del
mundo,
te diré:
«Yo te quiero, soy
yo»