Puede que
compartamos la máscara,
también el disfraz,
pero no compartiremos el baile.
Yo escribiré versos para ti
y tú los leerás despacio cada noche,
pero no harás tuyos mis poemas.
Dormiremos bajo la misma luna
y dejaremos que en verano
el mismo sol queme un poco nuestra piel.
Puede que se crucen nuestras voces,
incluso nuestros ojos,
puede que incluso-en algún roce casual e inconveniente-
también se crucen nuestras manos.
Compartiremos fechas indeterminadas
en calendarios que no existen;
y un día,
pudiera ser que nos tomáramos un café
-solo o con leche- y que nos pasáramos
el azúcar entre palabras y risas.
Pero aun así – y a pesar de todo esto-
aunque me toques,
nunca nos cortaremos.
-Pulgacroft-