Joshua Flint |
De pequeños, mis amigos y yo, nos
tirábamos en la arena y, haciendo con ella algo parecido a una muralla, pretendíamos
que no pasara lo que quedaba de las olas que morían en la orilla. Nunca nos
dimos por vencidos, y un día tras otro intentábamos
poner trabas a aquello de la marea. Por
supuesto no lo conseguimos, pero lo que importaba era el trabajo en
equipo, la intención, la ilusión, el creer en que nosotros solos podríamos
vencer al mar y a mil océanos.
Hoy, muchos años después, y ya sabiendo que no se puede vencer a las mareas, soy
consciente de ser sólo un grano insignificante en la inmensidad de la playa. El
paso del tiempo, se ha ido encargando de transformar la bravura inocente de aquellos niños que
fuimos en mansa humildad con la que ya, únicamente
construyo castillos, de base no muy sólida, que se alzan en el aire y que son el
refugio donde la adulta ésa – que me mira en el espejo - se reguarda de los
embates de la vida.
©SandraSánchez(Pulgacroft)
Viernes Creativo para el Blog El Bic Naranja donde se propone una imagen para que le escribamos unas palabras.