EL PROFESIONAL
La mujer que iba en el coche a mi lado ni siquiera se inmutó
cuando metí atrás el cuerpo, es más, intencionadamente
rozó mi pierna al sacar el encendedor y en el trayecto se limitó a saborear un
cigarrillo despacio, como esos que se fuman después de hacer el amor. Observé
cómo la costura perfecta de sus medias ascendía por su piernas infinitas y
pensé que, a nadie como a ella, sentaba tan bien el negro.
Al salir del coche, como en un descuido, dejó caer sobre el asiento el recibo
de la funeraria con su número de teléfono. Soy un profesional,desgraciadamente,
siempre será la mujer de un cliente.
ELLA
La mujer que iba en el coche a mi lado de camino a la
consulta, era la misma que esta mañana me dejó el mensaje en el espejo empañado
del baño: “Has estado de muerte” y luego se fue.
La misma con la que, sin conocerla de nada, he pasado unas noches de auténtica
locura.
Esta tarde me he fijado en las fotos antiguas en blanco y negro de la pared.
Iba a contarle al doctor que desde que me he enamorado ya no tomo sus pastillas
pero, desde el diván me pareció ver que, en una foto ella me hacía un gesto de desaprobación.
-Pulgacroft-
(Microrrelatos presentado a la VII Edición de Relatos enCadena de La Ser. La frase de comienzo era "La mujer que iba en el coche a mi lado".)