Pero esta vez, ella lloró. Ella, tan insensible, tan
fría, tan inmune; a la que nunca le temblaba el pulso, la que empuñaba el cuchillo con una destreza que más que un
cuchillo parecía que manejara un escalpelo. Las desnudaba con pericia para más
tarde asestarles cortes limpios, firmes y rápidos...prefería a las españolas blancas y era
capaz de hacerlo en la mitad de tiempo que los otros. Nunca movía un solo
músculo de la cara. Había incluso apuestas a que entre fiambre y fiambre cualquier
día se le caería una lágrima.Y hubiera ganado sí, si no fuera por aquella
maldita cebolla francesa.
-Pulgacroft-
Imagen: Cartel de la película "The tale of a silver Knife"(2002)
Imagen: Cartel de la película "The tale of a silver Knife"(2002)
(Microrrelato presentado a la VII Edición deRelatosenCadena de La Ser. La frase de comienzo era "Pero esta vez, ella
lloró")