Verba volant, scripta manent.

Un árbol


© SandraSánchez

De vez en cuando Dios me pone delante un simple árbol,
y me deja sin argumentos.

2 comentarios:

  1. Fuimos monos, simios arborícolas, primates que vivíamos en los árboles. Ellos eran nuestro refugio, nuestro hábitat, nuestra casa, nuestra vida. Lo eran todo para nosotros. Por eso nunca un árbol nos resultará feo.

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    Respuestas
    1. Cierto, zUmO, estamos en comunión con ellos, aunque tantas veces no lleguemos a apreciarlo.
      Gracias por pasarte y comentar.
      Saludos!

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