Había escrito
cien veces: te quiero, pero el último se le atravesó en el corazón entre una sístole
y una diástole. Quizás por culpa del punto de
la “i” o del sombrerillo de la “t”, o quién sabe… tal vez fuera un
ataque de pánico antes de dar el paso. El caso es que, por unos momentos, el
amor, casi le mata. Fue al recordar aquel beso cuando logró soltar un sonoro
suspiro que arrastró con fuerza las ocho letras al papel.
Aún hoy, sigue teniendo secuelas: cada vez que ella le acerca sus labios, una ligera
arritmia le provoca un vuelco en el corazón.
-Pulgacroft-
Imagen: Benjamin Lacombe
Imagen: Benjamin Lacombe
Micro para el concurso "Relatos en Cadena" de la Cadena Ser. La frase obligatoria de comienzo era: "Había escrito cien veces: te quiero" y un máximo de 100 palabras.