"El desierto de tu espalda
emana calor
y abrasa.
Es tan inmenso
que no tiene horizonte.
Camino torpe,
Me pierdo…
Y la guía de mi rumbo:
Es el destello de tus ojos.
Atravieso dunas de poros
que forman tus caderas,
descanso en el oasis
de tu ombligo:
manantiales y palmeras
¡agua fresca!
:
:
:
:
:
Prosigo al Norte.
A la falda de tus montañas
encuentro sombra,
calma, reposo…
y allí me tiendo a esperar
la noche,
la noche,
a la intemperie
de tus pechos.
No me importa
el frío ni las tormentas
de besos
mientras siga
para siempre
errante por tu cuerpo
:
:
:
:
:
:
Quizás mañana
Me llame el Sur
¡Quién sabe!
O tal vez esté ya
dulcemente muerto."
©SandraSánchez