Cuadro perturbador donde los haya (por lo menos para mí) es el "Ophelia" de Millais (1851-1852), una de las obras más emblemáticas (si no la que más) del Movimiento Prerrafaelita.
Un grupo de artistas (pintores, escritores y escultores) entre los que se encontraban Millais y Rossetti (los dos hermanos, unos pintor y otro escritor) entre otros, fundaron en Inglaterra, en 1948, una hermandad secreta: el Movimiento Prerrafaelita, para huir del puritanismo, la doble moral y los postulados de la Epoca Victoriana.
Se inspiraron en la Edad Media y siguieron en cierta medida las ideas de los Románticos. Volvieron al detallismo y al colorido luminoso de los artistas anteriores a Rafael. Su temática principal la encontraron en el mundo encantado, temas históricos y religiosos y también en la Divina Comedia.
Un tiempo después, el Movimiento se dividió en dos direcciones: una Medievalista (a la que pertenecía Rosetti) y la otra Realista (a la que pertenecía Mallais).
Ambos estilos fueron fundamentales para el desarrollo de la modernidad clásica del siglo XX.
La "Ofelia" de Millais, está inspirado en el personaje ficticio del "Hamlet" de Shakespeare. Ofelia, después de la muerte de su padre se vuelve loca y sube a un árbol. Una rama se rompe y Ofelia cae a un arroyo donde se ahoga.
Encuentra Millais en el río Hogsmill la inspiración para recrear este arroyo y Elizabeth Siddal es la modelo que posa pacientemente para el cuadro, una joven modista que trabaja en una sombrerería en Londres.
Parece ser que Elizabeth se sumergía a diario en la bañera de la casa de Millais con unas velas bajo la bañera para mantener la temperatura, hasta que un día Elizabeth enfermó ya que las velas se había apagado y ella no quiso molestar al pintor. El padre de Elizabeth obligó a Millais a pagarles el médico pero la joven no volvió a posar para Millais.
"Ophelia" se expone en la Tate Gallery de Londres.
El cuadro me resulta perturbador por lo fantasmagórico que hay en él, por la presencia de la Muerte en una Naturaleza también un tanto siniestra...por la expresión de la joven con los labios entreabiertos y la mirada perdida, por la flores que se escapan de sus manos inertes. El cuadro en sí me provoca rechazo y atracción a la vez, porque es como si la Naturaleza se hubiera aliado con la Muerte para llevarse la Vida y la Belleza sin mostrar piedad alguna, como si el Agua quisiera limpiar la huella de la Muerte y en susurros nos recordara la fragilidad de lo que Somos...