Kenji Kawamoto |
EL TELÉFONO VERDE
Nadie sabe dónde está
exactamente, ni quién atiende al otro lado. Suelen ser voces que te ofrecen
confianza, dicen; que saben cómo hacer que rectifiques de idea cuando has escogido
la peor, que te cambian el color del cristal con el que miras…
Pero hay días, en que el teléfono verde es sólo una cabina cualquiera en medio
de una calle sin nombre, y encima llueve y es de noche, y al descolgar sólo
contesta una voz diciendo que el número al que llamas está apagado o fuera de
cobertura… y entonces te sientas en el suelo, pisoteado y escaso del cubículo, sin
que te importe ensuciar el traje caro y
simplemente lloras enjugando las lágrimas en la corbata de seda anudada a tu cuello que te pide, suave y dulcemente, abrazarse a ti un poco más fuerte…
©SandraSánchez
#ViernesCreativo para el blog El Bic Naranja, donde nos proponen una imagen y nosotros le ponemos las palabras.