Sandra Sánchez
De vez en cuando Dios me pone delante un simple árbol, y me deja sin argumentos.
y me deja sin argumentos.
Fuimos monos, simios arborícolas, primates que vivíamos en los árboles. Ellos eran nuestro refugio, nuestro hábitat, nuestra casa, nuestra vida. Lo eran todo para nosotros. Por eso nunca un árbol nos resultará feo.
Cierto, zUmO, estamos en comunión con ellos, aunque tantas veces no lleguemos a apreciarlo.Gracias por pasarte y comentar.Saludos!
GRACIAS por tu comentario.
Fuimos monos, simios arborícolas, primates que vivíamos en los árboles. Ellos eran nuestro refugio, nuestro hábitat, nuestra casa, nuestra vida. Lo eran todo para nosotros. Por eso nunca un árbol nos resultará feo.
ResponderEliminarCierto, zUmO, estamos en comunión con ellos, aunque tantas veces no lleguemos a apreciarlo.
EliminarGracias por pasarte y comentar.
Saludos!