Espejismos

“DecalcomanÍa” de René Magritte



Me miré al espejo una vez más, despacio, sin prisa, me miré a los ojos fijamente, escudriñándome… me acerqué a mí mismo. Me acerqué tanto,  que mi nariz se quedó pegada a mi nariz…
Me alejé un poco y vi que las pupilas de mi otro yo enfocaban las mías propias para poder verme. Hice una mueca y mi yo espejismo la hizo también , a la vez, como era de esperar de una imagen seria como era la mía. Me di la vuelta y mi espalda pudo intuir otra espalda, volví a dármela y esta vez mi reflejo ya no estaba, se había ido…aburrido de sí mismo.





9 comentarios:

  1. No sé por qué será tan sugerente el tema de los espejos para los que escribimos, pero así es. Y de eso Borges fue sin duda el rey. Por supuesto yo he caído alguna que otra vez en su embrujo. Mira, por ejemplo, http://breventosybrevesias.blogspot.com/2008/01/tres-maneras-de-mirar-un-espejo.html

    Son irresistibles...

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  2. Mi imagen a veces no se ve, que raro verdad.

    Besines fia

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  3. Espejos...
    Qué buenas herramientas para soñar...

    ;-)

    Besos!

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  4. Qué traicioneros, los espejos. Qué manía de buscarnos...
    Me ha gustado mucho, Pulgui.
    Besos.

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  5. Consejo: nunca te des la espalda a ti misma, ni a tu reflejo... ;)

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  6. Por cierto, el tema imagen, muy chulo, sí.

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  7. A veces la imagen que nos da de nosotras el espejo no nos gusta...siempre hay oportunidad de mejorarla....un beso guapa

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  8. Eso te pasa por darle tantas vueltas a las cosas, y a ti misma.

    Besos

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  9. Pues yo tengo un espejo genial que nunca cambiaré, me adelgaza un montón y me encanta mirarme en él, jejejjeee.

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