Horizontes

Elogio del horizonte. Eduardo Chillida. En Gijón. Foto: SandraSánchez


El otro día escuché en la radio una entrevista a Luis Chillida, hijo del famoso escultor Eduardo Chillida y, entre otras cosas interesantes, esto me llamó mucho la atención: cuenta Luis Chillida que su padre, Eduardo, tenía muchísima facilidad para el dibujo (aunque raramente llevaba luego a escultura lo que dibujaba) y hacía dibujos en poquísimo tiempo. Esto parece ser que era algo que el escultor tenía por un defecto pues era la mano -decía- y no la cabeza la que mandaba en esos momentos. Así que comenzó a dibujar con la mano izquierda y fue entonces cuando, al resultarle mucho más difícil y al tener que ir mucho más despacio y con más cuidado en la labor, la cabeza tomó el control del dibujo, o de la realización del dibujo, y dejó de hacerlo su (automática) mano.

*

NOTA: este texto no tiene ninguna connotación política (o no la tenía).


(Foto: Elogio del Horizonte. Eduardo Chillida. En Gijón)



4 comentarios:

  1. Tener mano izquierda es signo de diplomacia.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, a ver si se queda en la mano y no pasa a levantarse con el pie izquierdo, Alfred!
      Abrazo!

      Eliminar
  2. El impulso es lo auténticamente creador....luego, como dijo, alguna vez , Picasso otro 90 por ciento de sudoración.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto, había escuchado yo también eso de Picasso.
      Hay que seguir el impulso y luego ya se verá si se sigue ése o si va a la basura pero sin el trabajo es seguro que no llegará a buen puerto.
      Un placer, siempre, tu visita Enrique.

      Eliminar

GRACIAS por tu comentario.