Intuyo
que los científicos irán desapareciendo. Tienen todas las respuestas y ya no
quedan preguntas. Han erradicado la enfermedad, el hambre, la sequía… han
revertido el cambio climático y ya no corre peligro de extinción, ninguna
especie. Los océanos están libres de plásticos y la capa de ozono plenamente
restaurada. La paz mundial es, ya, un hecho. Hoy, me despierto con la noticia
de que hemos alcanzado la inmortalidad. Quiero compartir contigo, al menos, eso;
pero una vez más tu móvil está apagado o fuera de cobertura. En la calle la
alegría es infinita; en mi cama, las ganas de quedarme en ella para siempre,
también.
Verba volant, scripta manent.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
AVISO IMPORTANTE
Al haber cambiado la dirección de este blog, la nueva URL que se debe añadir para que se actualice correctamente si se quiere tener enlazado en un blogroll (la lista de blogs del lateral que solemos leer) es la siguiente (debe copiarse tal cual):
http://letricidiospremeditados.blogspot.com/feeds/posts/default?alt=rss
http://letricidiospremeditados.blogspot.com/feeds/posts/default?alt=rss
Buenísimo. Increíble descubrir como la alegría reina a nuestro alrededor, pero a nosotros algo que nos atormenta nos impide disfrutar de esa dicha plena. Muy bien llevado, de verdad. ¡Me encanta!
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte y dejar tu comentario Rebeca. Me alegra mucho que te haya gustado el micro.
EliminarSaludos cordiales,
Sandra.
¡Hola!
ResponderEliminarLa verdad es que el texto me ha sorprendido porque me ha gustado mucho más de lo que podría haber llegado a imaginar.
Un abrazo
Pues muchas gracias por dejar constancia aquí de tus impresiones Juan. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarOtro abrazo para ti,
Sandra.
He eliminado un comentario de propaganda política . Eso no lo admito en mi blog.
ResponderEliminar