Haiku III




Cae una hoja.
El otoño se acerca,
la luz se aleja.



Haiku II




Soplando el viento
oigo recuerdos lejanos.
Guardo el momento.

Haiku I




Se oye el silencio,
el alma se detiene:
fundido en negro.




En el autobús...

...que me lleva al trabajo cada mañana coincido muchas veces con dos personas: un abuelo y su nieto. El niño va de uniforme y tendrá unos 8 años, el abuelo tiene unos cuantos más y no va uniformado.
Cada mañana cogen el autobús en la misma parada. El niño entra delante. Con paso ligero y alegre corre entra las personas que estamos ya dentro y se agarra a la barra cogiendo sitio para su abuelo, que llega detrás de él con paso más lento e inseguro.
El niño carga sólo con su alegría y sus pocos años, al abuelo le pesan los suyos un poco más y lleva consigo una mochila con ruedas llena, supongo, de material escolar...
Cuando bajan del bus, el nieto salta seguro, el abuelo baja detrás sujentándose a la puerta, dentro de poco quizás tenga que apoyarse en el niño...
Cuando los veo, no puedo evitar una sonrisa y pensar que, nunca tengo demasiado claro si es el abuelo el que lleva al nieto al colegio...o al revés.



Lápidas

Pasaron otros nueve años y te volví a encontrar...pasaste de nuevo por delante de mi puerta, pero seguiste de largo, esta vez no me viste, pero yo sí te vi a ti.
El olor a flores era intenso y lo inundaba todo. Te reconocí detrás de tus gafas de sol.
Despedías a esa persona en la que creías haberme encontrado a mí...pero no era yo.
Te vi agacharte y depositar flores a su puerta.
Te fuiste por el camino por el que habías llegado y volviste a pasar por delante de mi puerta...
Tampoco esta vez te paraste delante.