Verba volant, scripta manent.

DEBILIDADES



Me enamoré de aquel contrabajista sin remedio, reconozco que siempre han sido mi debilidad. Era guapo y divertido pero no era eso lo que en realidad me cautivó de él. También era un jeta y un vividor, pero yo entonces no me daba cuenta… me quedaba como tonta escuchándole tocar aquellas notas imposibles mientras me tomaba una copa en la barra. Me tenía absolutamente fascinada.
Cruzaba las piernas en el taburete y me imaginaba que sus manos se deslizaban por la costura de mis medias con la misma pasión con la que él acariciaba la madera de su contrabajo.
Después de la actuación se acercaba a mí y juntos nos tomábamos la última mientras nos envolvíamos en el humo de un Chester. Era de gustos caros y refinados pero el trabajo en aquel garito no le daba para tanta corbata italiana, así que ahora sé que se hubiera dejado querer por mí o por cualquier otra que le hubiera permitido sus caprichos porque en cuanto le apreté un poco las clavijas en lo referente a nuestra relación, se sintió contra las cuerdas y la cosa se torció. Al final, todo se fue al traste.
Un día hizo las maletas y se largó con su instrumento. Creo que era lo único que amaba de verdad. Jazztá, no supe más.
Ya no voy por aquel garito... tengo que reconocer que, a pesar de todo, como él, nadie me ha vuelto a tocar el bajo.



Foto: The south side of 52nd Street, between 5th & 6th Avenues – looking east from 6th Avenue (c.1948); photo by William P. Gottlieb.





RAYOS Y CENTELLAS


Mucho me temo que vienen a rescatarme con retraso, como siempre.

Todo comenzó pensando que una partida no provocaría tanto rayo y tanta centella;  pero el caso es que nos liamos: después de esa partida vinieron más…y este cielo viejo ya no está para trotes, así que al choque de los últimos bolos todo empezó a arder.

Aquellos seres ridículos se agarraron a mis alas y casi me las destrozan, decían algo de un ángel de la guarda… Bah, los empujé a las llamas sin miramiento.

A mí, lo único que me importaba, era recuperar la maldita bola.





-Pulgacroft-
Foto by Wojciech Paliwoda




(Microrrelato presentado a la VII Edición de RelatosenCadena de La Ser. La frase de comienzo era “Mucho me temo que vienen a rescatarme ". Máximo 100 palabras.)


INVITAME A UN CAFE



"Invítame a un café
Con leche,
Con sol
O con lluvia.
Da igual.

Invítame a un café
Con…tigo,
Con tus labios,
Con tu risa.

Molido
De caricias,
Cargado
De avidez,
Pero sin prisa.

Invítame a un café
Caliente
De deseo,
Humeante
De seducción.
Con ese aroma tuyo,
Que despierta
Mi sexo sentido.

Invítame a un café,
Desvélate conmigo,
Déjate
Tomar a sorbos…
Y si quieres
Azúcar,
Está aquí
-en polvo-
Sobre mi piel."

-Pulgacroft-



REGENESIS y CONDENA (2 RECs)



REGENESIS


La lluvia de fuego que lentamente devoraba la ciudad - las ciudades de todo el mundo- como un castigo divino, no tuvo piedad de niños ni de ancianos, tampoco sintió lástima de mujeres ni de hombres. Ni siquiera hizo distinción entre ricos y pobres. Simplemente arrasó con todo, como habían predicho los eruditos. Las brasas duraron largo tiempo y cuando por fin se extinguieron,  asomaron la cabeza las únicas supervivientes del aquel Armagedón organizadas en grupos; aquellas cucarachas pisoteadas miles y millones de veces por el Hombre heredarían la Tierra: reseca y polvorienta  sí… pero libre al fin, de la plaga humana.

-Pulgacroft-


CONDENA


La lluvia de fuego que lentamente devoraba la ciudad amainó de pronto, igual que había comenzado. Sólo caían ya goterones como de hierro fundido que poco a poco también fueron cesando.
Tardaron mucho tiempo en reconstruirlo todo, en dejar la ciudad igual que estaba antes de aquel diluvio de fuego, hasta que un día por fin, dieron por concluida la tarea.
En el momento en que el alcalde inauguraba la placa con el nombre del lugar,  unas gotas abrasadoras empezaron a caer de nuevo.
El letrero fue lo primero que comenzó a arder, ya sólo se leía la mitad de la palabra: Infie

-Pulgacroft-




(Microrrelatos presentados a la VII Edición deRelatosenCadena de La Ser. Máximo 100 palabras.La frase de comienzo era “La lluvia de fuego que lentamente devoraba la ciudad ")




AL OTRO LADO DEL CRISTAL (Primavera de Microrrelatos Indignados)



-¿Qué crisis?, el sitio a tope. Sábado por la noche y mira, todo el mundo con su cervecita y su tapa. Y aquí estamos, esperando mesa porque sin reserva no hay quien pille una.
-¡Ya te digo!, nosotros fuimos el otro día a reservar hotel para el puente y por poco nos quedamos sin habitación, ¡estaba casi completo!, yo no entiendo nada…

En ese mismo momento, al otro lado del cristal, pasaba por la acera  la señora Laura, la mujer de Pepe, el dependiente de la ferretería del barrio, ya jubilado. Vestía con la misma ropa de hace unos años, pero manteniendo un porte discreto y digno. Dio la vuelta a la esquina y entró en ese mismo restaurante. En la mano, una bolsa de ésas que se llevan para hacer la compra al mercado aunque eran las 10 y media de la noche. El encargado, conocido suyo, la pasó a la cocina y se la llenó con sobras de ese día y alimentos caducados de esa semana.
Desde hacía año y medio vivían con ellos su hija, su yerno y sus dos nietos.
Ese domingo, en casa de la señora Laura, comerían los seis de  restaurante.


-Pulgacroft-



La Primavera de Microrrelatos Indignados pretende que el 15 de mayo de 2014 la red se llene de microrrelatos indignados que denuncien el avance de la desigualdad social, las injusticias, los abusos de poder, las humillaciones colectivas, las corrupciones impunes o la desprotección social que en los últimos tiempos estamos padeciendo.
http://lacolinanaranja.blogspot.com.es/2014/05/primavera-de-microrrelatos-indignados.html






NAUFRAGIOS



Me lancé
con mi astro-
-labio
a surcar los mares
de tu piel.
Frágil envoltura
la mía:
no aguantó
tu mar rizada
ni la arbolada
de tus olas…
Ni siquiera
resistió el ímpetu
del viento de
tu boca…
¡Nada!

Zozobré.

Apenas comencé
a mojarme,
se inundó
mi corazón.
Se empapó,
henchido,
de gozo,
de espuma,
de sal…
encalló en tus
arrecifes y
se hundió.

No me importó.

Anegarme en ti,
Amor,
fue lo único
que me
salvó...
de un Naufragio
aún peor.


-Pulgacroft-


SINIESTRO




Nos lamentamos, hipócritas, de no haberlo visto venir. Como si eso fuera suficiente excusa para eludir la responsabilidad que teníamos los dos mayores.
Como si dejarlos correr por la orilla derecha de la carretera, no fuera una auténtica imprudencia. Como si yo no fuera consciente de que al soltar la mano de los gemelos, podría ocurrir un accidente.
Como si aquel coche se los hubiera tragado así, sin más..., por capricho.
Me lamenté antes de mudarme a la habitación vacía de mis hermanos.
Antes de contemplar, con deleite, todo aquel espacio para mí solo.


-Pulgacroft-
Imagen: fotograma de la película "Los 400 golpes" de Truffaut.



(Microrrelato presentado a la VII Edición de RelatosenCadena de La Ser. Máximo 100 palabras.La frase de comienzo era Nos lamentamos, hipócritas, de no haberlo visto venir ")



AVES





"Para huir de ti,
Me convertí en
Ave migratoria.
Para alejarme,
Para no verte.
Para, quizás
Un día, volver
Sin tu herida.

Pero hoy aquí,
Solo y sabiendo
Al fin
Que fue peor el
Remedio que
Enfermar de ti,
No puedo ser
Otra cosa, que
Un pájaro de
Mal agüero..."



-Pulgacroft-





Ilustración: "Departure" de Adam S. Doyle.






LADRILLOS EN EL AIRE

Comenzamos a construir la casa por el tejado, imaginándola desde la Facultad de Derecho donde nos conocimos,  hicimos inventario de cada deseo, de cada pequeño detalle que haría de  aquel castillo en el aire nuestro hogar.

Tras unos años de  esfuerzo y excesivas horas de trabajo en el despacho, conseguimos por fin la ansiada cédula de habitabilidad. Incluso nos hizo ilusión colocar encima de la chimenea, casi a modo de altar, un ladrillo que habíamos guardado de recuerdo.


Con el tiempo,  los pilares de aquella casa resultaron ser nada más que argamasa de pasión, no estaban cementados con verdadera entrega.  Me di cuenta sólo cuando las grietas del mal humor, los celos, los malos tratos y el miedo, amenazaban ruina inminente. 


Nuestro hogar acabó por convertirse en un infierno, 
del que salí corriendo hace un momento con aquel ladrillo 
en mis manos…  teñido de rojo.








-Pulgacroft-



Participación en el Concurso de Microrrelatos sobre Abogados http://www.microrrelatosabogados.com/index.asp, que convocan el Consejo General de la Abogacía Española y la Mutualidad General de la Abogacía. Máximo 150 palabras, las 5 obligatorias del mesde Abril eran:pasión, cédula, humor, inventario, ladrillo.


AVISO IMPORTANTE

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